Se caracteriza por separar la arena mediante el movimiento rotacional, acumulando los sedimentos en el depósito de la parte inferior y sacando el agua limpia por la parte superior, este equipo de filtrado se lo utiliza para aguas provenientes de pozos, llegando a retener hasta el 98% de la arena cuyo tamaño sea menor a 100 micrómetros, no se lo recomienda para filtrar partículas orgánicas como el caso de algas o bacterias.

Este filtrado consiste en un tanque cuyo interior contiene un medio poroso (grava o arena), el agua ingresa por la parte superior del filtro, circula a través de poros de la grava dejando retenido a los sedimentos en el lecho de la grava. El tamaño de la arena o grava en combinación con la velocidad de filtración determinan la calidad de agua filtrada, dependiendo del rango dado por el fabricante, cuanto menor sea la velocidad de filtración, mejor será la calidad del agua filtrada.

Se forma por un cartucho con mallas plásticas o metálicas en el interior con orificios iguales y calibrados (micras), a diferencia del filtro de anillas que se forma por un grupo de discos ranurados sobrepuestos uno encima de otro, en este caso la filtración se da en los espacios que quedan entre las ranuras. Ambos filtros se caracterizan por retener aquellas partículas mayores a su tamaño de filtración, en sistemas de riego por goteo se recomienda filtrar a un tamaño no superior a un 1/8 del diámetro del emisor.